Los jugadores de Grambling State decidieron no presentarse a entrenar el miércoles en protesta por una serie de inconformidades que tienen con la universidad. Al parecer las cosas no mejoraron en los siguientes dos días, ya que el equipo no se presentó al partido contra Jackson State.
Los jugadores tenían que haber abordado los autobuses para ir a Jackson State a las 2:30 pm, pero nadie estuvo presente. La universidad decidió esperar hasta las 3:30, y cuando dieron las 3:50 le pidieron a los autobuses que se fueran.
Antes de que sucediera el incidente de los camiones (que llevó a Grambling a perder por forfeit), el director atlético Aaron James y el presidente Frank Pogue dieron una conferencia de prensa, indicando que el plan era jugar contra Jackson State.
"Vamos a ir a Jackson y a jugar con Jackson State. No veo a los jugadores en control." declaró Pogue. Eso, volvemos a insistir, fue antes de que los jugadores decidieran no tomar los autobuses a Jackson.
Ahora, el problema de Grambling va mucho más allá de las condiciones del equipo. Según un reporte de Sports Illustrated, la universidad ha pasado por severos problemas económicos en los últimos años, pasando de un presupuesto de 31.6 millones en el 2007 a 13.8 millones este año. Eso evidentemente se refleja en la poca inversión que hay en las instalaciones deportivas, parte del problema que tiene molestos a los jugadores.
Veremos cuánto más sigue la situación, pero de momento parece que a pesar de las opiniones del Sr. Pogue, los jugadores tienen en control el destino del programa de football de Grambling State.
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