Si algo se puede decir de la ofensiva de los Eagles bajo el mando de Chip Kelly es que es rápida. El problema es que en el partido de ayer contra los Chargers esa velocidad jugó en su contra, y así lo reconoció el mismo Kelly.
Sobre el final del encuentro contra los Chargers la ofensiva de Philadelphia tomó el balón y lo movió para lograr el gol de campo que empataba el marcador a 30. El problema fue que dejaron 1:51 en el reloj, tiempo suficiente para que Philip Rivers armara su serie y pusiera las cosas para que los Chargers se llevaran el encuentro con un gol de campo.
"Estaba tratando de anotar, es culpa mía, fue mi decisión." declaró Kelly, reporta Philly.com. "No queria dejarlo a la suerte de que fuera un juego empatado. Si anotas, te vas arriba por cuatro. Tienes que llevar el balón todo el terreno para tratar de anotar un touchdown. Cuando lo vuelves a ver, tal vez debimos acabarnos el reloj y no darles la oportunidad de hacerlo. Aprendes de estas situaciones. Pero tratamos de anotar siete, no tres. Sentiamos que teniamos tres, y pensamos que teniamos la oportunidad de lograrlo, y no pudimos. No capitalizamos."
La idea principal, que era anotar siete en lugar de tres, es perfectamente válida. La cuestión es que también se debe considerar que si se deja tiempo y no se consigue el TD entonces la oportunidad queda en manos del rival. Vamos, los Eagles jugaron tan rápido al final que los Chargers ni siquiera usaron sus tiempos fuera, y cuando ellos se fueron a la ofensiva tenían 2 para usarlos en la serie con la que terminaron ganando.
Así que esto es algo que Chip Kelly debe aprender: en la NFL no solo importa anotar, importa eliminar la mayor cantidad de tiempo para que el contrario no tenga oportunidad de responder.
Eso es algo que no le preocupaba a Chip Kelly en Oregon, pero en la NFL definitivamente se debe tener en cuanta.
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